Novedades Las instalaciones de refrigeración industrial tras la COVID-19

Día Mundial de la Refrigeración, celebrada el pasado 26 de junio bajo el lema La refrigeración, una tecnología esencial y sostenible y en la que se han dado cita representantes de toda la cadena de valor de la industria.

La refrigeración ha sido un sector esencial para el funcionamiento de servicios críticos durante la crisis del COVID-19, como es el caso de la industria farmacéutica, la manufactura y distribución de alimentos, la climatización de los hospitales o la refrigeración de los centros de datos. En este contexto, las empresas instaladoras han garantizado, con su trabajo, el funcionamiento de todas las instalaciones de refrigeración y, con ellas, la cadena de frio.

Para Roberto Solsona, presidente de AEFYT, “la refrigeración ha sido un pilar indispensable y es necesario ponerla en valor”. Este sector tiene una transcendencia innegable en lo social y en lo económico, más del 50% del PIB español depende del uso de la refrigeración en todas sus actividades. Solo por poner un ejemplo, sin ella más del 40% de la producción de alimentos se perdería.

Por otra parte, la refrigeración es un sector tecnológico, dinámico y generador de riqueza que crea empleo de valor -100% de empleabilidad-, por lo que hay que darlo a conocer y captar la atención de los jóvenes para que reconozcan una salida profesional sólida y de largo recorrido.

El presidente de AEFYT destacó como “la refrigeración tiene un largo camino por delante. La mayor parte de las aplicaciones industriales seguirán requiriendo de su utilización y el sector continuará creciendo, pero siempre desde el compromiso medioambiental, reduciendo las emisiones directas e indirectas de CO2 y contribuyendo a la disminución del calentamiento global. Asimismo, la refrigeración deberá llegar a todos los lugares”. Cientos de miles de personas mueren anualmente en los países subdesarrollados por no tener una cadena de frío que garantice su seguridad alimentaria. Según el informe Chilling Prospects la falta de refrigeración supone una amenaza para 1.100 millones de personas en todo el planeta.

Solsona cerró su intervención incidiendo en cómo “la crisis sanitaria está a punto de desembocar en una crisis económica de grandes dimensiones”. El Gobierno debe ser consciente de la situación y velar por la supervivencia de las empresas favoreciendo la flexibilidad laboral, poniendo en marcha medidas fiscales para minimizar el impacto en las empresas, reduciendo la carga burocrática y financiera para la creación de nuevos proyectos, vigilando el intrusismo, lanzando ayudas económicas, impulsando la inversión en I+D+i y aligerando la carga impositiva y de cotizaciones a la seguridad social.